Una queja que ha sido recurrente por más de dos décadas finalmente ha sido escuchada. La secretaria de Estado del Tesoro, Janet Yellen, viajó recientemente a Pekín para discutir medidas alternativas a una política económica que ha sido criticada por mucho tiempo. Los Estados Unidos están proponiendo un enfoque diferente que se centra en apoyar la demanda en lugar de la oferta.
Durante años, se ha argumentado que la política económica de Estados Unidos se ha centrado demasiado en impulsar la oferta y no ha prestado suficiente atención a la demanda. Esto ha llevado a una creciente brecha entre los ricos y los pobres, así como a una economía cada vez más desequilibrada. Muchos expertos han pedido un cambio en la estrategia económica del país, y parece que finalmente están siendo escuchados.
La secretaria Yellen ha sido una defensora vocal de un cambio en la política económica de Estados Unidos. Antes de su viaje a China, ella declaró: “Necesitamos centrarnos en apoyar la demanda en lugar de simplemente tratar de aumentar la oferta. Esto es lo que realmente impulsará el crecimiento sostenible y equilibrado en nuestra economía”.
Durante su visita a Pekín, Yellen se reunió con funcionarios del gobierno chino y expertos en economía para discutir medidas alternativas que podrían ser más efectivas en el impulso del crecimiento económico. Una de las principales propuestas de Estados Unidos es aumentar el gasto en infraestructura y programas sociales, en lugar de centrarse en recortes de impuestos para las empresas y los ricos.
Esta estrategia de apoyar la demanda en lugar de la oferta ha sido implementada con éxito en otros países, como Alemania y Australia. Ambos países han visto un crecimiento estable y sostenible en su economía, así como una disminución en la brecha entre ricos y pobres. Los Estados Unidos ahora están buscando seguir su ejemplo y cambiar su enfoque en busca de resultados similares.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que esta nueva estrategia podría llevar a un aumento en el gasto del gobierno y, por lo tanto, a un mayor déficit fiscal. Pero Yellen y otros defensores de la política de apoyo a la demanda argumentan que el gasto en infraestructura y programas sociales en realidad puede aumentar la productividad y el crecimiento económico a largo plazo.
Además, los defensores de esta nueva estrategia señalan que la brecha entre ricos y pobres ha alcanzado niveles peligrosos en los Estados Unidos y que es hora de actuar. Si no se toman medidas para abordar esta brecha, podría tener consecuencias graves para la economía y la sociedad en su conjunto.
El gobierno chino ha acogido con agrado la propuesta de los Estados Unidos y ha expresado su interés en trabajar juntos en la implementación de medidas alternativas para impulsar el crecimiento económico. Esta colaboración entre las dos mayores economías del mundo podría ser un paso importante hacia una economía mundial más equilibrada y sostenible.
En resumen, después de décadas de críticas, parece que finalmente se están tomando medidas para cambiar la política económica de Estados Unidos. El enfoque en apoyar la demanda en lugar de la oferta podría ser la clave para un crecimiento sostenible y equilibrado, así como para la reducción de la brecha entre ricos y pobres. Con la colaboración de China, hay una oportunidad real de un futuro más próspero y equitativo para ambos países y para el mundo en general.